(foto: www.launion.es) |
Tras permanecer siete años varadas, las grúas han vuelto a las ciudades. Solo regresan en las zonas que han podido zafarse del stock que dejó la burbuja inmobiliaria, sobre todo en Madrid y Barcelona, sus áreas metropolitanas y algunas zonas de la costa donde los extranjeros han ido comprando casas a precio de ganga.
Ese arranque es suficiente para que tanto desde el Gobierno como desde
el sector se confíe en que por primera vez en ocho años la construcción
contribuya al crecimiento económico.
El ministro de Economía, Luis de
Guindos, apuntó recientemente en un desayuno con empresarios en Barcelona
que el sector había dejado de ser “una rémora” para España para pasar a
realizar una “aportación positiva” al producto interior bruto (PIB) y
al mercado laboral.
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