(foto: www.imamuseum.org) |
Desafiando a la gravedad y casi a la lógica, la ciudad más poblada de
los Emiratos Árabes Unidos continúa su particular conquista del cielo a
orillas del golfo Pérsico.
Cientos de rascacielos
parecen competir por sacar la cabeza por encima del skyline dubaití,
cuyo jefe indiscutible es el Burj Khalifa, el edificio más alto del
mundo. Desde el aire son bien visibles otros alardes de la ingeniería
como la Palmera Jumeirah, una gigantesca península artificial con
viviendas y hoteles de lujo. Porque dinero llama a dinero... y Dubái es
uno de los centros financieros más importantes del mundo; destino de
negocios y también para turistas ávidos de experiencias intensas, desde
una jornada de deportes invernales a cubierto hasta un salto en
paracaídas o un safari por el precioso desierto de dunas que rodea a la
ciudad.
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